sábado, 4 de enero de 2014

Un relato♥ + Encuesta sobre los caps de Peeta+ Ask.

Hola,Hola, mis dientes de león!♥
He escrito un relato para un concurso ¡Y vengo a compartirlo con todos ustedes!
Pero, antes de pasar a hablar del relato, quería una excusa para mencionarles ésto:
*Aquí, a mi izquierda, se encuentra una encuesta de título: "¿Qué días queréis que se suban los capítulos del punto de vista de Peeta?" Les explicaré lo siguiente:
Elegí un par de días, porque, para avanzar más rápido, en los días que se elijan se publicarán los capítulos de Peeta (que serán dos días a la semana). Tengan en cuenta que a veces no tendré mucho tiempo para organizarme con el blog, así que de vez en cuando sólo será un día. Pero SIEMPRE, si esperan los capítulos de P, SIEMPRE se subirán en los días establecidos, eh. No importa si me tardo un mes en subir, siempre se publicará en el día determinado.
Así que, es importante que empiecen a votar :) Después de que la encuesta cierre y tenga los resultados, comenzaré a publicar.
*Pasando a otro asunto, me he dado cuenta en Twitter que todo mundo tiene un ask....y ¿por qué yo no tengo uno? jajaja ok, eso no fue. El punto de todo este era deciros que me he hecho un Ask. Hay un recuadrito (Naranja, en honor a Peeta) al principio de la columna derecha en donde me pueden enviar preguntas, ya sea del blog, o si queréis platicar :) HACEDLO-AHORA-TRIBUTOS,-SINO-MUTOS Sin presiones ;D Ah! Y los que tenéis Ask, seguirme(o lo que sea que se haga allí) x) Aquí mi perfil: http://ask.fm/ImagineFictionalWorlds
Oh! Casi se me olvidaba! 
El siguiente capítulo (El Capítulo 33) se subirá entre mañana y el lunes. Para que estén atentos.♥
Ahora sí, pasamos a mi historia.
Como ya dije, hubo un concurso llamado "¿Me regalas tu historia?" del blog "Rue, la niña del Distrito 11" (por cierto, pasaros al blog ahora). Yo soy una concursante con la historia titulada "Hijo de la luna".
Bueno, como tengo una mega imaginación super original, la idea del relato la saqué al escuchar una canción de Mecano llamada igual que el título de la historia.♥ (Ya he repetido innumerables veces que mi inspiración la saco de la música) 
¿Saben? Últimamente estoy algo obsesionada con la luna,.....y con canciones de ella. Jajaja les dejaré el vídeo de la canción, más otra que también me gusta mucho.


Hijo de la luna.


Luna- Zoé ft.Lo Blondo.

Ambas me ayudaron a la creación del escrito, ¡Y me encantan demasiado!
Escúchenlas y díganme ¿A ustedes, cuál les gusta más?


Sin más que decir, les dejo la historia:





                                                  
"Dime, Luna de plata, ¿Qué pretendes hacer con un niño de piel? (...)
Y todas las noches que haya luna llena, será porque el niño esté de buenas.
Y si el niño llora, menguará la luna para hacerle una cuna..."










Hijo de la Luna.






Las ramas sueltas arañaban su capa mientras caminaba por el bosque, tratando de escapar de los problemas que, en toda su vida, siempre han tratado de ponerla a su merced.
No era fácil ver a dónde iba, la oscuridad de la noche no lo permitía.
Las sombras tenebrosas y la profundidad de éstas no la asustaban en absoluto; parecía que despertaban cierta fascinación en ella. Fascinación por el bosque y su tranquilidad.
Con una mirada viva recorrió el área, respirando profundo para capturar las esencias que flotaban en el aire y que el frescor del mismo le llenara los pulmones. Arriba, entre las copas de los árboles, se veía la luna, que colaba sus rayos de luz entre la maleza, pareciendo que destellos plateados le motearan la blanca piel.
Se había alejado del pueblo hace bastante rato, tenía que volver, si no quería perderse. Aunque algo dentro de ella le dijo que sentirse perdida en aquel lugar era imposible, era más como si allí mismo se encontrara en su propio hogar, el sitio al que pertenecía.
Suspiró, tratando se quitarse esas ideas de la cabeza y dar marcha atrás. Justo estaba por volverse y emprender el viaje al sendero que llevaba a la ciudad.
Pero un sonido rompió el silencio sepulcral; esto no dejó que moviera los pies ni un solo paso.
La melodía de una flauta acarició sus oídos, tan preciosa, suave, tan hermosa....que le recordaba a una sensación igual a la de un suave rayo de sol tocándote la piel,un calor cálido, para ser más exactos; o, a la vez, le parecía tan atrayente e hipnotizante, como una lluvia de estrellas fugaces surcando el cielo. Sin consciencia, cerró los ojos y caminó en la dirección hacia la canción de cuna, como a uno de esos tantos ratones que se fueron al son del flautista de Hamelin, un cuento que le contaron al tener los 6 años.
El golpe de viento frío en el rostro le hizo abrir los ojos y encontrase en frente de un montón de maleza. Allí, cruzando los arbustos, se hallaba el causante del sonido.
Lo sabía, lo intuía.
Sin prudencia alguna, cruzó la maleza, sin meditar con qué (o con quién) podría encontrase del otro lado.
Sorpresa que se llevó al dar con el fin de una colina, más allá se tenía una perfecta visión periférica del paisaje de todo el valle. Unos puntos de luz amarilla se veían un poco más abajo: el pueblo. Sin embargo, a pesar de las rocas, el viento, y el enorme precipicio, que aseguraba una caída mortal, no había nadie.
O eso creyó al principio.
Se estremeció de pies a cabeza cuando sintió el frío metal de una daga rozándole el cuello, y unas manos, que la sujetaron por detrás, para que no escapara. Ahogó un grito mudo y se quedó inmóvil, muerta de miedo. 
¡Qué estúpida había sido, que ahora su imprudencia la pagaría con su propia vida!
Le dio temor de tragar saliva, como si el sutil movimiento pudiera hacer que el cuchillo se enterrara en su piel y abrirle una fina cortada. Se quedó desconcertada un momento, hasta que una voz habló a sus espaldas:
-Dame una razón para que no te rebane el cuello- susurró alguien. 
Un chico.
Su tono era melodioso, pero al mismo tiempo serio, y un poco temeroso. Algo en su voz hizo que se le relajaran los músculos rígidos: era como el mismo sonido bello de la flauta.
-¿Qué razón quieres que te dé? Ojalá lo supiera, pero no lo sé. No sé cuál darte ni sé pensar con claridad si soy presa del pánico por tu cuchillo sobre mi garganta- murmuró ella.
-¿Quién eres?
-¿Importa? No me conocéis.
-Tu nombre- le exigió él, impacientado.
-Annea- suspiró la chica.
-¿Cómo sé que eres de confianza, Annea?-le preguntó al oído.
-No creo que tú y yo conozcamos el significado de la  "confianza". Así que no necesitamos demostrarla- fue su respuesta. ¿Cómo tener que confiar en un extraño que la apresaba con un arma? 
Aunque....no le importaron mucho las consecuencias que podría haber al cruzar los arbustos...
Pero, de repente, la soltó, y la hoja mortal ya no la aprisionaba más.
-Parece ser que tus palabras me han convencido. No ando matando a cada persona fuera de juicio que me encuentro divagando sola por el bosque- le dijo, guardando su daga en una de sus botas de cuero.
-No estoy loca- refunfuñó, volviéndose para verlo. El joven tenía el cabello oscuro, casi negro si no fuera por que la luz delataba a los mechones cafés. Una extraña piel pálida, aún más que la de ella, como la que toman las personas al morir. Y, lo más increíble, unos ojos grises, vivos e intrigantes.
-Dime, ¿Quién anda solo por estas horas de la noche en el bosque?Nadie. Así que sí, me parece que estás un poco loca. Además,las personas lunáticas nunca admitirán su locura. Siempre se creerán cuerdas, aunque no lo estén.- fue la primera vez que le sonrió, mostrando unos dientes tan blancos como la luna.
Estuvo un rato mirando los ojos del chico, antes de parpadear para despabilarse y preguntar:
-¿Tú eras el que tocaba la flauta?
Asintió. Un rubor pequeño le coloró las mejillas al meter la mano dentro de su capa y sacar una flauta plateada.
Annea se acercó y estiró los dedos, con intención de tocar el instrumento. El extraño joven, con un rápido movimiento, volvió a guardarla, mirándola con recelo.
-Era hermoso- susurró a un lado de él.
-¿La canción?-preguntó en un murmullo, incómodo por la cercanía de la chica.
-Sí- contestó- ¿Tocarías algo para mí?- dijo ella de repente, viéndole a los ojos.
El joven dio un respingo hacia atrás por el contacto visual, miró hacia arriba, a la luna.
-No....me tengo que ir- y al decir esto, corrió a los arbustos y se escabulló en ellos, desapareciendo de la vista de Annea, al igual que si estuviera huyendo de su mirada...o de la presencia de la chica.
Ella volteó a ver el firmamento, al igual que él lo hizo hace algunos momentos, y se dio cuenta de que era la hora de que también diera media vuelta para dar marcha de regreso a casa.


Sin embargo, regresó....aunque se supone que no debería haberlo hecho.
Nadie en su sano juicio hablaba con extraños que te encuentras en medio de la noche, y ¡aún peor! que te amenacen con cortarte el cuello. ¡Menos regresar al mismo lugar de donde se vieron!
Pero, en su terquedad, lo hizo. Volvió la siguiente noche, con esperanza de volverse a encontrar al muchacho.
No podía negarlo: había algo que la encandilaba demasiado....algo que la atraía, igual que un imán.
En la segunda vez, se ocultó detrás de los arbustos y buscó un recoveco por dónde ver. A través de un espacio entre las ramas divisó al joven, con la misma capa azul marino y sus cabellos oscuros.
Y su misma flauta en la mano.
Él estaba sentado en una roca, con el rostro apacible y la mirada al valle, contemplando la vista majestuosa de ese hermoso lugar. Iba a comenzar a tocar, ya se había llevado la flauta a los labios, y...por un momento, Annea pareció dejar de respirar....
¡Crac!
Ella pisó una rama en su intento de acercarse más para ver, aún oculta entre las sombras. Desvió su mirada a sus pies, luego levantó la vista de nuevo y se llevó una sorpresa.
El chico no se hallaba más allí.
Se desconcertó ¿Adónde había ido?
-¿Me está usted espiando?-sonó una voz detrás de ella, que la hizo pegar un brinco. Sobrecogida, se dio la vuelta y observó unos ojos grises, que la miraban con atención.
-¡¿Cómo rayos...usted....llegó...allí...?!¡No lo escuché!- se llevó una mano al pecho, claramente sorprendida.
-Yo soy el que tiene que hacer las preguntas aquí.....no soy el que espía a otras personas escondido detrás de la maleza- la observó de hito en hito, arqueando las cejas.
Ella captó la indirecta.
-Mira....creo que empezamos con el pie izquierdo. Hay que volver a intentarlo...
-Volver a intentar ¿qué?- la cortó.
-El conocernos- respondió ella-. Me llamo Annea Collinworth.- le tendió la mano. Él se la miró, receloso.
-Hola, Annea- dijo, sin tomarle la mano, la cual la chica retiró, incómoda.
-Bien....¿Me dirás tu nombre?-le interrogó.
-¿Para qué lo quieres saber?- pareció ofenderse a tal simple petición.
-Yo te dije el mío- dijo,como si todo eso fuera una excusa para que él también lo dijera.
El extraño la escrutó con esa expresión de tranquilidad típica en él. Ella se quedó en silencio, esperando la respuesta, queriendo conocer el nombre de tal chico que la tenía fascinada....
Él se aclaró la garganta, y la miró por última vez, antes de contestar:
-Lo sabrás, a mi nombre, me refiero........ Pero, éste no es el momento.



Desde ese entonces, todas las noches, sin falta, ella y él se reunían en el bosque, pasando la media noche.
El muchacho sabía que, al ver una luz amarilla flotando en la oscuridad, era señal de que ella se acercaba.
Comenzaron con conversaciones de cosas banales: el bello paisaje, el tiempo, el bosque, el pueblo, las estrellas, y los lentos movimientos de la luna.
Luego pasaron a ser más íntimos, se fueron conociendo de verdad. Annea sabía que el muchacho era reservado en cosas que trataban sobre su familia, su hogar, y de dónde provenía; evitaba estas preguntas cada vez ella las insinuaba. Él era alguien de pocas palabras.
Sin embargo, cuando estaba dispuesto a contarle algo, la maravillaba con las sorprendentes anécdotas que mencionaba. Tan fantásticas que eran dignas de escribirse en papel para que no fueran olvidadas.
-¿Cómo sabes todo eso?-preguntó, fascinada de cada palabra que salía del chico. Le impresionaba su sapiencia, como la de esas personas que han vivido varías experiencias y adversidades de las cuales sacan su sabiduría.
-Lo veo desde las alturas- fue su respuesta, un tanto desconcertante.



-Ven, tengo algo para ti.
Por primera vez la tomó de la mano. Su tacto era suave y frío. Al igual que la noche.
Annea cerró los dedos entorno a su mano pálida, disfrutando de ese pequeño roce, que duró muy poco.
La hizo que se sentara en una roca para luego él colocarse a su lado.
-¿Qué haces? ¿Qué es todo esto....?
-Shh- le puso un dedo en los labios para callarla-. Sólo....escucha.
Sacó la flauta plateada, que a la luz, centellaba con fuerza.
En eso, comenzó a tocar.
Hace mucho que no lo oía tocar, a pesar de que se lo pedía cada noche; se lo guardaba, como si fuera un secreto que nadie debía de saber y que ella oyó accidentalmente. Aun así, Annea supo que no era la misma canción con la que lo descubrió hace algunas semanas.
Era otra.
Pero, por alguna razón, sintió que la melodía era para ella, como si las notas llevaran su nombre, su propiedad, como si fuera la canción que describía su alma, sus sentimientos, su forma de ser......así se sentía. Las lágrimas casi se resbalan por su piel al escucharla, casi.....
Por eso, cuando él terminó de tocarla, sólo el azote del viento contra su cara la sacó de su ensoñación. 
Parpadeó, tratando de despertarse. Entonces, se volvió al chico.
-Es....es....- no supo cómo describirla, pensaba que las palabras "Bella","Maravillosa",y"Hermosa" no llegaban a su altura, ni de cerca.
-Es tuya- y le sonrió.....algo que hizo que su corazón se desbocara dentro de su pecho.
-¿Qué?- exclamó ella.
-Es tuya- repitió-. La compuse.....para ti.
Ambos se miraron a los ojos. Fue algo diferente, una mirada diferente, más profunda, más significativa. Diferente......aunque ninguno de los dos llegó a suponer porqué.
-Gracias- dijo Annea en un susurro-. De verdad, gracias...yo...yo...-rió un poco- ¿Ves? Me has dejado muda. No puedo ni hablar.
Se sonrieron mutuamente.
-¿Sabes?-dijo de pronto él-. La canción que me escuchaste tocar esa vez que nos conocimos también la compuse yo- esbozó una sonrisita tonta y avergonzada, acompañado con un poco de rubor en sus mejillas de mármol-,.....pero era para otra persona.
-¿Quién?
-Mi madre- sonrió, quitando sus ojos de los de ella.
Annea se sorprendió, era la primera vez que mencionaba a su madre. Aunque no dijo nada, sabía que no le iba a gustar que lo bombardeara con preguntas en este mismo instante.
Siguió la mirada de él y volvió la vista hacia el cielo. Ambos terminaron acostados en la graba, boca arriba, con sus cabezas muy cerca una de la otra, mirando los astros, mirando la noche; sumidos en un silencio agradable, reconfortados por las presencias del otro.
-Mond- oyó que salía la palabra de los labios del muchacho.
-¿Qué es eso?-le preguntó ella.
El chico se rió, clavó sus ojos en los suyos y le sonrió como nadie lo había hecho nunca.
-Mi nombre.




Pasaron algunos meses, hasta que la mala noticia salió de sus labios.
-Me temo que ya no podré verte jamás.
El alma se le cayó a los pies y se le formó un nudo en la garganta. 
No, esto no puede estar pasando.....
-¿A qué...te refieres?-logró articular ella, tratando de ahogar los sollozos que amenazaban con salir.
-Me iré. Lejos.....muy lejos.
-¿Adónde?
Hubo unos instantes tensos.
-No te lo puedo decir- contestó Mond, pero, al ver lo alicaída que se veía la chica, añadió-. Lo siento.
Ella sintió cómo puñaladas de dolor le atravesaban el corazón, al igual que mil cuchillas. No evitó derramar algunas lágrimas.
-Entonces....te vas..... ¿Volverás, algún día?
Mond negó con la cabeza.
-¿Por qué?- le exigió Annea.
-Porque.....es tiempo que me marche de aquí.
-¿Del pueblo? ¿De este reino?
-No....
Annea lo miró con extrañeza ante la respuesta del muchacho.
-¿No? ¿De dónde te tienes que ir? ¡Dímelo!-gritó, con los ojos vidriosos.
-De....de aquí. De este mundo.
-No te entiendo, me estás asustando- y era cierto, no entendía lo que le decía el joven.
-Sé que no lo puedes comprender- fue como si le leyera los pensamientos-. El caso es....este no es mi mundo, nunca lo fue. Sólo vine aquí una vez, le pedí a mi madre permiso....y me lo concedió. Sólo pensaba bajar una ocasión, unos días y luego volvería con ella....., pero.....luego apareciste tú.....y quise quedarme.....Ahora ya es tiempo de que me vaya.
-¿De qué hablas?- Annea empezó a formularse de si estaba o no delirando ya el joven ¿Y si se encontraba enfrente de un lunático y ella nunca lo percibió? 
Se alejó unos pasos de él.
Mond lo notó.
-Espera....-la detuvo, tomándole del brazo.
-Déjame- replicó ella, aunque sus palabras no sonaron convincentes. En realidad no quería que la dejara, quería que se quedara con ella, para siempre.
-Te prometo que lo haré- él pareció un poco dolido ante lo que dijo la muchacha-. Pero, Annea, me gustaría hacer algo antes de irme.
Y, de repente, la besó.
Sus manos la atraparon fácilmente....y, ha de ser sinceros, ella no opuso resistencia alguna. Ambos juntaron sus cuerpos, que encajaron a la perfección, como si hubieran sido diseñados el uno para el otro. 
El beso fue cálido, hizo que el suelo pareciera desplomarse, la hizo sentir que flotaba entre las estrellas que observaban los dos cada noche....una sensación única.
Sintió el corazón de él retumbar bajo su pecho, veloz, agitado....o ¿era el de ella?
Al momento en que se separaron, ella se aferró con rapidez a su cuello, acariciándole el cabello.
-No te vayas de mí- le susurró al oído-. No creo que haya otra persona que despierte en mí las cosas que tú haces tan sólo con tu mirada.
No lo vio, pero Mond estaba sonriendo. La abrazó más fuerte y le besó sutilmente el cuello.
-Anie- murmuró tiernamente, con voz aterciopelada.
Anie. Así la llamaba a veces. 
-¿Sí, Mond?
-Yo tampoco quiero separarme.....pero, si te dijera que me puedes acompañar, ¿lo harías?
-Sin ninguna duda- contestó rápidamente. Él asintió. Se separó un poco para mirarla a los ojos y acariciarle una mejilla con el dorso de la mano.
-Anie- la nombró de nuevo.
-¿Qué?
-¿Confiarías en mí? ¿Confiarás en mí siempre....sin importar lo que pase o haga?- sus ojos grises esperaban una respuesta.
Por un momento, ella dudó....sin saber por qué.
¿No es lo que ella quería?
Algo, un instinto, le decía, le advertía el significado verdadero detrás de las palabras del joven.
Le miró a los ojos, se sintió cautivada por ellos, como la primera vez.
Por fin, se decidió.
Preparada y segura de su respuesta, le contestó:
-Sí.
Mond se acercó y sus labios volvieron a besar los de ella. Dieron tumbos, avanzaban unos pocos pasos, juntos, besándose, caminando hacia el borde del acantilado sin darse cuenta.
-Entonces....-le dijo él contra sus labios-. Confía en mí.
Y, con estas palabras, se dejó caer de la punta de la colina......Arrastrándola con él.
Ella sintió el vértigo y la adrenalina corriéndole por la sangre. Echó un vistazo al suelo, cada vez más cerca.
"Voy a morir" fue su único pensamiento, no se le ocurrió nada original para sus últimos momentos. De todos modos, sus palabras quedarían sepultadas, al igual que ella, en el fondo de ese barranco.
No fue un pensamiento triste ni pesimista; al menos, iba a morir junto con la persona a la que ella amaba.
Luego, ocurrió algo inesperado.
Una luz blanca le llenó los ojos "Así que esto es el morir, así es cómo se siente". 
Pero no.
Notó que la sensación de caída se había esfumado. Flotaba. Ambos flotaban, ligeros cual hojas secas arrastradas por el viento en otoño.
Un impulso le hizo levantar la vista....y vio la luna.
Su mente llegó a una conclusión sobre Mond, después de que las conjeturas sobre la extraña actitud del muchacho y sus palabras embonaran perfectamente, como piezas de un rompecabezas, halló la respuesta.
Ahora sabía quién era él en realidad.
No le vio a los ojos, sino que lo estrechó más fuerte contra ella.
En eso, los brazos del hijo de la luna, que la rodeaban aún, se convirtieron en luz.....una luz resplandeciente y hermosa, que se alzó con rapidez hacia el firmamento.
Fueron tan solo unos segundos de soledad.

Sonrió. Una felicidad desbordante la inundaba.

Ella también se había convertido ahora en un rayo de luz de luna.

                                                          Fin.








Unos cuantos datos curiosos:
*Mond es Luna en alemán.
*La primera canción que Annea le oye tocar a Mond es la de "Hijo de la Luna" pero en instrumental:
Aquí el vídeo.


Ahora, vuelvan a leerlo, y, cuando salga la parte en la que le oye, pónganla. 
x)





Muy loco ¿No? Jajaja
Bien, ¿Les gustó?¿Lo odian?¿Lo aman?¿Sí?¿No?¿Tengo una obsesión con la luna?
Dejadme todo en los comentarios :D

Sé que hoy debí aparecer con capítulo nuevo, pero de verdad que no lo he acabado, ya que reorganicé todo lo que pasará en los siguientes. De seguro mañana lo tendréis.
Mis disculpa es esta entrada :)

Espero que les haya gustado el escrito. Comentarme qué les pareció.

Pueden encontrar también el relato en: http://ruelaniitadeldistrito11.blogspot.mx/2014/01/hijo-de-la-luna_4.html , el blog de Claudia n__n
PD: Gracias por darme el tiempo extra, Claudia. ¡Mil besos para ti!


Es momento de que me vaya.
Me despido.
Nos vemos mañana.

¡Besos, Abrazos, Azucarillos y Panes quemados!


        

                          Con Cariño
                                 Vuestra Escritora
                                                  Meena
                                              
                                                                        
















4 comentarios:

  1. Como ya te he dicho antes, me encanta!! Las gracias no hay que darlas:) lo que sea aqui estoy jejeje:) Estaré esperando el Capítulo 32!
    Otros mil besos para ti:)

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  2. Woow Meena en verdad ameee tu relato...estoy encantadisimaaa...excelente escritora...,estoy esperando cn ansias el siguiente capitulo tanto de katniss cmo de peeta!(:

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  3. Meena, Es sorprendente, tienes un talento increible, esa historia es... mas que increible casi como un cuento de niños, de esos que al crecer te preguntas si podria llegar a ser real, deberias pensar en hacer un libro, tienes una forma de escribir cautivante, te felicito. Continua asi.
    Con cariño otra de tus fans: Natha
    Besos.

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  4. Guau!!! En serio, me ha encantado. No tengo palabras, en serio. ¿Vas a ser escritora? Tienes que serlo porque se nota que te gusta escribir y todos tus sentimientos los vuelcas en tus escritos y eso... Eso es excelente. Te felicito!!! <3

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