lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo 39♥

Hola, hola, azucarillos!♥
¿Cómo están? 
Hoy hay capítulo, hoy hay capítulo!
Primero: Ya sé que he olvidado por completo publicar los demás capítulos de Peeta.....lo siento. He empezado a escribir el siguiente, pero todavía no lo acabo y ¡con el bendito tiempo que tengo! Tenedme paciencia, ¡muy pronto lo tendrán!
Segundo: ¿recuerdan la pregunta de quién estaría en la fiesta? Bueno, no todos los que me habéis comentado van a estar, una disculpa lectores, pero ¿también recuerdan que les dije que ya tenía la mitad escrito? esa mitad es la fiesta, y cuando ustedes me dieron sus sugerencias me di cuenta de que se me habían pasado personajes. Pensé en incluir los que me faltaban, pero ya no pude, así que se queda así, con los que hay se tendrán que conformar :)
Espero que disfruten el capítulo, que sea de su agrado.
Oh! A los que se preguntaron por la llave que le regaló Katniss a Peeta.....aquí sabrán por qué fue.
Ya saben: Lean.♥ Disfruten. Comenten.
¡No os olvidéis de comentar!














Capítulo 39: El mejor regalo de cumpleaños.







-Oh, vaya, ¡por fin deciden presentarse!
Aunque no lo he visto, sé que la voz pertenece a Haymitch.
Entro, detrás de Peeta y Johanna, a la cocina. Mi mentor nos sonríe a todos, pero se dirige hacia Peeta y extiende los brazos para darle un abrazo brusco.

Recorro el espacio en el que estamos con la mirada. Una lenta sonrisa me invade al ver que Johanna ha decorado con globos y letreros la cocina, justo como le indiqué.
La miro de soslayo, y formulo un "gracias" con los labios. Ella sonríe un poco.
Observo que Peeta también se dio cuenta de la decoración del lugar. Se separa de Haymitch y nos observa a todos.
-Dios, no quiero pensar más a qué va esto- reclama Peeta, un poco sofocado por el abrazo de Haymitch.
-¡Era una sorpresa! Katniss estuvo planeándola y parloteando los últimos días de ello!
Cuando me mira, le ofrezco una sonrisa inocente de disculpa.
-Sí, Peeta. O, ¿por qué crees que estoy aquí? Ésta descerebrada- Johanna me señala- me invitó hace algunos días, pero me dijo mal la fecha y vine antes-sonríe.
-¡Yo no te dije mal la fecha, tú la interpretaste mal!- me exaspero.
-Sí, sí, como sea- me da golpecitos en el hombro mientras yo suelto un bufido.
-Johanna, yo....
-Hey, ¡pero todavía falta una sorpresa más!- dice Johanna, pasando de mí como si no hubiera empezado a hablar.
-¿Otra más?- dice Peeta.
-Sí- sonríe ella, echando una mirada al pasillo.
Esperamos unos segundos hasta que unos inconfundibles sonidos de golpeteos suenan en nuestros oídos.
Taconazos.
-Effie- dice Peeta, mientras nuestra antigua acompañante del capitolio aparece y sonríe ampliamente.
-¡Queridos!- saluda- Y Haymitch.
-Effie- le saluda Haymitch con un movimiento de cabeza.
Pero detrás de Effie viene otra persona, un poco cohibida pero sonriente.
-Hola, Annie- le sonrío.
-Hola, Katniss. Johanna- me alegra verlas de nuevo- sonríe.
Effie se abalanza a Peeta en cuanto lo ve. Él se ve atrapado en su abrazo asfixiante y su cara se cubre de labial rosado cuando ella le besa las mejillas.
Después de que se separan, Annie se acerca, silenciosa y tímida, a Peeta. Dice su nombre antes de sonreír y darle un abrazo.
-Feliz cumpleaños, Peeta- dice.
-Annie, gracias.-sonríe Peeta-¿Y el pequeño?-le pregunta.
-Dormido- ríe un poco.
-Me lo imaginaba- responde él y se une a las risas de ella.
-Bien- la voz de Effie resuena de felicidad- ¡¿Qué les parece si nos sentamos a comer?!



-Entonces, la descerebrada me dijo "Johanna, ¡te dije el doce"- Johanna hace una comedia de mi voz mientras todo mundo ríe.
-Les recuerdo que la persona de la que se burlan está presente- ruedo los ojos.
-Vamos, Katniss, no seas agua fiestas- me recrimina Haymitch.
-Siempre se lo digo yo- ríe Peeta. Le doy un codazo del cual se queja, pero lo miro sonriendo y él me contesta de la misma manera.
-¡No puedo creer que hayas llegado una semana antes de la fiesta, Johanna!-se sorprende Effie.
-Ya hay alguien más puntual que tú, Effie- le dice Haymitch. Effie aprieta los labios y niega con la cabeza.
-Y¿Cómo les fue en la mañana?-pregunta nos pregunta Annie.
-Realmente bien. Katniss me sorprendió con todo.....no creía que fuera tan detallista- dice Peeta.
-Sí, lo esperaba más de ti que de ella- Haymitch da un bocado a su comida.
-Hoy vienes muy hablador, Haymitch- musito.
-¡Mucho,si me preguntan mi opinión!- Effie lo ve con una mirada asesina.
-Creo que Katniss es una persona sorprendente en muchos sentidos- opina Annie.
-¡Gracias, Annie! ¡Por fin, alguien que no se burla de mí!- alzo la voz.
-No es para tanto, descerebrada, no te emociones.

Hay un momento de silencio en el que todos aprovechamos para comer o tomar agua.
-Pero le agradezco todo lo que hizo- dice Peeta al bajar su vaso del cual había tomado, mirándome. En silencio y sin que nadie vea, nuestras manos se encuentran debajo de la mesa.
-Y todavía hay más- sonrío. Acto seguido me paro y voy a la cocina. Permanezco unos minutos allí y luego vuelvo con una tarta de chocolate. La pongo en el centro de la mesa y sonrío.
-¿Creías que sólo era ese pequeño panqué?-le digo.
-Katniss Everdeen.... Annie tenía razón, eres una persona sorprendente- me sonríe.
Me vuelvo a sentar de nuevo a su lado y me acerco a su oído.
-Ya lo dije pero....Feliz cumpleaños....te quiero- susurro. Le doy un beso en la mejilla, muy cerca de las comisuras de los labios mientras vuelvo la atención a las personas que nos ven de formas distintas.
Están Annie y Effie, que parece que disfrutan de una obra romántica, y están Haymitch y Johanna, que parecen asqueados de todo y, posiblemente, creando algún chiste ingenioso para molestar.
Es hora de partir el pastel.

Cantamos, reímos, Peeta le sopla a las velas y luego lo manchamos con un poco de pastel.
-¡Oigan, están maltratando al cumpleañero y eso no es justo!- se queja. Mi risa es interrumpida cuando Peeta me besa una mejilla y me macha de pastel. Luego se va a mis labios y por un momento saboreo el dulce chocolate en ese beso. Se separa de mí con una sonrisa.
-Mmm...-me relamo los labios- no quedo tan mal-sonrío.
-Es cierto- se pasa la lengua por el labio superior y sonríe- ¿Acaso no soy buen maestro?- lo dice mientras le limpio la cara con una servilleta, riendo.
Cuando todos hemos comido una rebanada de pastel, Effie anuncia que quiere que vayamos a la sala principal, ya que tiene algo muy especial para Peeta.
A ésa mujer no se le dice que no, así que la seguimos mientras ella camina, como si hiciese un pequeño bailecito, hacia la otra habitación.
Nos ordena que nos sentemos en los sillones; Effie se para en frente de nosotros, como si fuéramos un público y ella estuviera a punto de montar una obra.
-Bien- sonrió y junto las manos-, querido....he traído algo para ti desde el Capitolio, como regalo de cumpleaños- se dirige a Peeta.
-Effie, no, no debiste...
-Claro que sí,¡Es un día muy muy importante! Es tu cumpleaños.....y hace rato que no los veía, a ambos, y cada vez están más grandes a los niños que vi por primera vez en la cosecha...- se le rompe la voz, pareciendo a punto de llorar.
-Oh, no, Effie, se te correrá el maquillaje- se mofa Haymitch.
-Lo sé...es que yo...- saca un pañuelo blanco y se limpia los ojos-...bueno, no los traje para que me vieran a mí llorar, si no para darte esto, Peeta- se irgue un poco, antes de ir por una cosa que estaba recargada en la esquina y que nadie había notado su existencia allí. Effie corre la manta que tapa al objeto misterioso, demasiado grande a mi parecer, y me pregunto qué será. Cuando por fin lo descubre y lo lleva hasta Peeta con una sonrisa, a él se le iluminan los ojos.
-Un caballete- dice.
No sabía el nombre de éste hasta que Peeta lo mencionó, sólo sé que era en donde colocaba los cuadros para pintarlos. La madera era reluciente, brillante, de un color café. El caballete estaba plegado de una manera que hiciera más fácil su transportación. Recordé el día en que Effie me llamó diciendo que tenía el perfecto regalo para él, después del mío, y me mencionó cómo se llamaba este artefacto, pero no le puse atención alguna.
-Muchas gracias.....Effie- se levantó de su lugar y el abrazo que le dio a ella hizo que se tambaleara sobre sus altos tacones.
Resulta que todos tenían un regalo para Peeta.
Johanna le dio un delantal nuevo y un paquete de moldes para hacer galletas de distintas formas y tamaños.
Haymitch le pasó una de sus botellas de vino, a lo que Effie le regañó reprendiéndole que cómo le daría eso al chico.
Y Annie.....el de Annie no fue el más grande, ni el más caro, pero, por lo que vi reflejado en los ojos de Peeta, el más especial de aquella tarde.
La chica del Distrito 4 se acercó a él y le entregó una pequeña botella de cristal en la mano. Contenía miles de conchas de diferentes tonalidades y piedras preciosas que sólo te encuentras en una caminata a la orilla de la playa. La botella tenía una palabra grabada en letras cursivas:
"Memories"
Recuerdos.
Peeta le sonrió a Annie de esa forma peculiar que me hacía sentir un poco de celos en el estómago.
La tarde pasó, convirtiéndose en noche.
A pesar de los constantes regaños de Effie, abrimos la botella de vino que Haymitch trajo y servimos una copa a cada quien. Lo malo fue que mi antiguo mentor y Johanna Mason acabaron solos, en una esquina, riendo como locos, tomándose la botella entera.
También, el pequeño Finnick despertó y Peeta se la pasó jugando con él. El niño parecía demasiado contento con verlo de nuevo; cada vez que Peeta lo tenía en brazos y él se acercaba a darme un beso, el pequeño Finnick ponía una mano en su mejilla para que se detuviera, haciéndole a continuación un puchero. Esto hacía que nos partiéramos en carcajadas.
La fiesta acabó cuando tuvimos que enviar a Haymitch a su casa antes de que olvidara cómo caminar. Johanna Mason cayó rendida en el sofá y Annie argumentó que era hora que ella y su pequeño fueran a dormir.
Ambos, Peeta y yo, ofrecimos mi  casa por si alguno quería alojarse allá, pero Effie dijo que había suficientes habitaciones para ellas, y que Haymitch, obviamente, resaltó ella, dormiría en su casa.
Los dos nos dirigimos a la puerta, nos despedimos y dimos las gracias, antes de marcharnos.



La puerta se cerró detrás de nosotros y el manto negro de la noche nos cubrió por completo.
-¡Qué tarde es! ¿Qué hora será?-pregunté.
-Cerca de medianoche- contestó él mientras se abrazaba con ambos brazos. El frío del ambiente me tocaba las mejillas y se convertía en vaho cuando exhalaba.
-Vaya, el tiempo pasó muy rápido- comenté.
-Katniss- susurró, luego sonrió- ¿De verdad planeaste todo tú?-pregunta.
-¿Acaso no me crees capaz?- sonreí- Sí, sí fui yo.
-No, claro que te creo capaz.....sólo que nadie había hecho tantas cosas por mí antes.
-No exageres. Yo no he hecho ni una parte de lo que tú has hecho por mí.
-El punto es- se paró un segundo y se volvió hacia mí. Mis ojos se conectaron con los suyos en la oscuridad-.....gracias. Muchas gracias- sonríe.
-No me costó nada- admito, encogiendo un poco los hombros.
Peeta se inclinó lo suficiente para que yo creyera que me iba a besar, pero desvió su dirección a mi oído y allí susurró:
-Por cierto....yo también te quiero.
Mi sonrisa fue disuelta por el beso que me dio después. Fue sólo un segundo. Un instante...porque nuestros labios fríos y los mínimos temblores de nuestros brazos nos demandaban atención.
-Un beso tuyo...-murmuró Peeta al separarse de mí- es el mejor regalo de cumpleaños que me puedas dar.
-No pienso lo mismo que tú- opiné, mordiéndome el labio.
-¿O sea que tienes uno mejor?- pregunta, riendo- ¿Y cuál es? Porque yo no veo nada mejor que esto- me tomó de la mano y me acercó otra vez a él.
-Tendrás que esperar un poco más- fue mi contestación al ponerme en marcha y arrastrar a él conmigo.





-Katniss, ¿qué te propones ahora?¿por qué las prisas por llegar?- preguntó cuando yo abría la puerta de mi casa-. No...por favor, más sorpresas ya no....
-Una última cosa para rematar la noche- dije, sonriendo. Le tomé de la mano y ambos fuimos al cuarto donde dormíamos. Antes de entrar, me detuve y le hice una seña a Peeta para que dejara de caminar.
-Alto...primero, te pido de favor que cierres los ojos....
-¿A dónde quieres parar, Katniss?-se rió él.
-Shh, tú cierra los ojos y no hagas preguntas¿ de acuerdo?
-De acuerdo- sonrió y acto seguido cerró sus ojos. Me coloqué detrás de él y puse mis manos sobre sus párpados.
-Hey, ¿no confías en mí, piensas que haré trampa?- le oigo decir.
-Precaución- me reí-. Ahora, entremos a la habitación.
Juntos cruzamos el umbral. Prendí las luces y me alivié de ver lo que me prometió Johanna que estaría cuando llegáramos.
-Bien, ya puedes ver- dije, dejando de obstruirle la vista.
En cuanto los abrió, fijó la vista en la gran caja amarilla que se encontraba encima de la cama.
-Me faltaba darte un regalo yo...-murmuré.
-Es enorme...-admitió Peeta-, espera, sí me diste algo....
-Lo sé....pero....ay, quedamos en que no ibas a hacer preguntas...ábrelo- le invité.
Peeta caminó hasta el regalo, separándose de mí. Deshizo el moño y quitó las cintas que sellaban la caja. Abrió su tapa superior y luego sacó algo de madera, un poco grande y pesado. Analizó, con el entrecejo fruncido, un minuto la caja de madera. Me miró pero yo sólo sonreía. Recorrió con los dedos  y los ojos la madera, hasta que dio con algo.
Una cerradura.
Esta vez, cuando me volteó a ver, sus ojos chispearon de reconocimiento. Rápidamente se quitó la cadena que le colgaba del cuello y tomó la llave entre sus manos.
-Nada es lo que parece....-mencionó y me sonrió. Introdujo la llave y le dio varias vueltas hasta que un "clic" sonó.
Mientras lo abría yo me fui acercando cada vez más.
-¿Sabes?¿Recuerdas el día en el que buscamos por toda tu casa tu estuche de pinturas viejo? Me pareció muy decepcionante que la mayoría de las pinturas se tiraran, así que....
-Me compraste uno nuevo- terminó la frase.
-Sí.¿Te gusta?
Peeta miró todas las pinturas que contenía. Pasó las yemas de los dedos por las hebras de los pinceles.
-Me encanta, Katniss.
-Sabía que sería así- sonreí, sentándome a su lado en la cama.
-Hey...aquí hay algo.
Toma con una mano el sobre naranja que se escondía entre las pinturas.
-Una carta....-susurra.
-La escribí para ti- le digo, pero cuando veo que está por abrirla lo detengo- no....espera, mejor léela cuando no esté contigo.
-¿Qué?¿Por qué?
-Porque...- tomo la carta y la vuelvo a colocar en el estuche- quiero que llegues corriendo y me digas "Ya leí tu carta". No ahora. Por favor.
Lo que no dije es que me sentía un poco apenada y temía que si mi carta lo desilusionaba, si no le llegara a gustar lo que escribí, al menos no vería su cara de decepción en vivo.
-Está bien- murmuró él.
Cerré el estuche, lo metí a la caja de regalo y le di la llave mientras yo iba a poner la caja en la esquina del cuarto.
Nada más volverme me encontré a Peeta detrás de mí. Él me cargó y me dio vueltas en el aire antes de tirarme a la cama. Me reí lanzando exclamaciones de sorpresa.
Lo tomé del brazo y lo jalé para que se tumbara también conmigo. Quedó encima de mí. Ambos reíamos y nuestras carcajadas se mezclaban formando un sonido adorable que sabía que dentro de unos años recordaría con añoranza.
-Gracias por todo, Katniss. Fue muy lindo lo de hoy....y el regalo, la fiesta...volver a ver a todos los demás....gracias.
Sus ojos azules me atrapan. Sin despegar mi mirada de ellos, digo:
-"Por todas las razones por las que te amo. Siempre tuya. Katniss Everdeen." así acaba la carta- susurro.
Noté que él abría la boca ligeramente, seguro iba a decir algo....pero la cerró y mejor se acercó lo suficiente a mi rostro.
Y, después de una pequeña pausa, me besó.
Y , con ese beso, demostró lo que nunca habría podido decir con palabras.














¡Ahora ya saben para qué era la llave!
Ya ven que Katniss puede ser tan linda como Peeta♥
Ahora, tanto como Gale, Delly, Plutarch y Beete no estuvieron en la fiesta. (son los que ustedes dijeron)
Con Beete de verdad que se me pasó, y eso que en un principio tenía contemplado que fuera. 
Con Gale, aunque ya no hay ningún problema entre ellos, ha Peeta le hubiera venido mal que él se apareciera por ahí; no digo que le caiga mal ni nada de eso....pero, bueno, hubiera sido un poco incómodo,¿no creen? :3
Con Delly, aquí es lo mismo, pero no con Peeta, si no con Katniss. 
Y Plutarch, me pasó igual que Beete....pero descuiden, ya pensé en algo que pueda compensar la ausencia de este personaje; en uno de los siguientes capítulos será mencionado!
Se me olvida algo.....¡ah, sí, la carta de Katniss!
La razón por la que no la puse en el capítulo fue porque pensaba agregarla en los capítulos de Peeta, o sea, cuando la leyera él.
Aunque....si no podéis aguantar hasta llegar a ese momento, pueden decirme en los comentarios y yo publicaré la carta en una entrada aparte. Digo, si queréis.....



Ah, tributos....entonces ¿Qué me dicen del capítulo?
¿Les gustó?¿Les enamoró?♥¿Les aburrió?¿Lo odiaron?¿Sí?¿No?
¡Decidme lo que quieras en los comentarios!♥
Contarme qué les pareció, anda, anda...


Espero que el capítulo os haya gustado!♥


Les deseo lo mejor para su día, y el siguiente....y el siguiente....

Mil besos y azucarillos para ustedes, mis lectores!
 Chao



                                            Con Cariño♥

                                                           Vuestra Escritora♥
                                                                              Meena♥








viernes, 7 de marzo de 2014

Capítulo 38♥

Hola, dientes de león!
¿Me han extrañado?
No publiqué debido a la época de exámenes....sé que les salgo con ese pretexto siempre pero ¡se los juro! me aplican cada tercer semana o cada mes! (como lo odio)
Pero bueno, el caso es que vuelvo con ustedes ¡y os traigo el capítulo nuevo! ¿Lo esperaban con ansias?
Por cierto, siempre se me ha olvidado decirlo pero....¿recuerdan el relato "Hijo de la luna"? Bueno, lo escribí para el concurso de "¿Me regalas tu historia?" del blog Rue, la niñita del Distrito 11.... y ya están las votaciones y me encantaría que se metieran en el blog y votaran por mi relato :) Por favor:) Desde hace como 2 semanas que debí haberles dicho...! Jajajaja 
Pasando al capítulo, espero que lo disfruten y les guste!
Comenten todo lo que quieran y con la extensión que quieran! Me encanta leer sus opiniones al respecto!
Sin más preámbulos, aquí está....¡el Capítulo número 38!







Ataque de feels Everlack *__*
¿Han escuchado "Say Something" alguna vez? Porque yo no puedo dejar de oírla. La amo.








Capítulo 38: La llave.








Me había quedado un momento contemplando, con una sonrisa, al chico de cabello rubio que dormía en la cama.
Sus hermosos ojos azules estaban tapados por sus párpados, y sus pestañas rara vez se movían, al igual que un ligero aleteo.
Como si no soportara más sin ver sus ojos, sacudo levemente su hombro, llamándolo con un susurro.
-Peeta.
Se remueve y suspira, sin dejar de dormir.
-Peeta. Peeta, despierta, ya es de mañana.
Por fin abre los ojos, lentamente, y siento como si me empezara a faltar el aire que necesito para seguir respirando.
-Katniss....muy de mañana, a mi parecer- dice, adormilado.
-Hay que ir al bosque....hace mucho que no vamos....-sonrío-. No hemos ido desde....
No continuo la oración. Recordé la última vez que estuvimos en el bosque, y de inmediato se me vino a la cabeza la imagen de Peeta tumbado en la hierba y el sentimiento de terror que me había atravesado el pecho.
Pero él no ha notado mi vacilación, porque ha vuelto a dormirse.
-¿Peeta?¿Me has escuchado?
-S...sí. Pero, Katniss, de verdad tengo sueño.....déjame dormir- rechista y se voltea, dándome la espalda.
-Oh, vamos.....si no, le diré a Johanna que me acompañe. La otra vez me dijo que le gustaría que saliéramos juntas para practicar con el hacha y el arco.
-Creo que Johanna te mandará lejos si la despiertas a las 6:30 de la mañana....- musita, bostezando, pero oigo una leve carcajada.
-Oye...- tomo una almohada y le pego con ella-. Has dormido toda la noche....vamos.
Exhala y se vuelve de nuevo hacia mí. Pasan algunos segundos mientras nuestras miradas se cruzan. Sonríe.
-Está bien- acepta-. Con tal de ver esa sonrisa tuya en tu rostro.
No pensaba hacerlo, pero sonrío.
Beso su mejilla y murmuro un "gracias" en su oído.







La brisa otoñal me pega en la cara.
Voy tomada de la mano con Peeta. Caminando por un sendero que lleva al punto de encuentro que teníamos Gale y yo.
Me gusta allí especialmente de mañana, ya que el amanecer es hermoso. Todo un espectáculo para el ojo humano.
Casi voy corriendo, jalándolo detrás de mí.
El camino bajo nuestros pies pasa más rápido de lo acostumbrado y llegamos en un santiamén. Bajo las mochilas y me vuelvo hacia a Peeta.
-¿Te parece si vas por las armas?-le digo.
-¿Al tronco hueco?
-¿A qué otro lugar más?- sonrío.
-¿Yo? Pero siempre vas tú.
-Tengo que poner algunas trampas.....estaré un poco ocupada.
-Bueno....pero ¿si me pierdo?....soy muy despistado para aprenderme los caminos.
-Hagamos ésto: Llega allá y yo te voy a buscar en un rato ¿te parece? así compruebo si te has perdido- le indico por dónde debe irse y asiente.
-Entonces, te veo en un rato- suspira, me suelta de la mano.
Cierro mis dedos en un puño, deseando no empezar a echar de menos su calor, con esfuerzos en vano.
-En un rato.
Cuando desaparece, tragado por la maleza, abro las mochilas y me pongo manos a la obra.





-¿Peeta?
-Aquí estoy.
Sonrío y me acerco a él. Por alguna razón, al topármelo lo abrazo, tomándolo por sorpresa.
-Vaya, ¿y eso?
-Lo dices como si no te abrazara- replico.
-No....claro que lo haces, pero me sorprende que lo hagas ahora.
-¿Por qué?
-Te has comportado extraña desde que salimos de casa....como si....
-¿Como si qué?
-Como si estuvieras emocionada de algo.....dime ¿me he perdido de alguna cosa importante?
-Oh, claro que no....
-Bueno....ya tengo las armas, ¿quieres que me lleve tu arco o....
-Déjalas- digo, y acto seguido las tomo para depositarlas en su lugar- Se me han quitado las ganas de cazar.
-Y me dices que no estás rara....¿qué pasa?¿estás bien?
-Perfectamente. Ahora volvamos.
-Pero....
-Shh, ya no hagas más preguntas o te pondré una flecha en la boca.
-Vale, Katniss, me estás asustando....
-Tú confía en mí ¿está bien? Ven, tengo algo para ti.
Sé que estoy siendo algo brusca, pero así soy yo. Otra es que casi no hago muchas cosas de éstas, así que estoy emocionada por lo que va a suceder.
Le cojo de la mano y lo guío por el bosque. Serpenteamos, esquivando los troncos, en silencio.
Yo le doy la espalda porque no quiero que vea la sonrisa que irrumpe en mis labios.
Por fin llegamos al lugar donde en un principio estábamos. Tiene poco rato que el sol ha salido, y todo se ve más claro al rededor.
Ambos clavamos la vista en el amanecer que pinta el cielo, dando su entrada por detrás de las montañas.
Veo cómo está hechizado por su hermosura que no se molesta en ver lo demás, así que suelto una risita pequeña que hace que se volteé hacia a mí.
-¿Qué es gracioso, Katniss?- no me lo dice en tono de protesta. Me ve con ojos cariñosos, alzando las cejas en una interrogante.
Con mi mirada, señalo lo que está adelante de nosotros, y , sin poder aguantarme, sonrío.
-Feliz cumpleaños, Peeta.





Un mantel de cuadros se posa sobre la hierba verde. Es naranja, porque sé que es su color favorito.
En el centro hay un pequeño pastelillo de chocolate. Hay una cesta que me costó muchos esfuerzos por esconderla en la mochila más grande que encontré. Dentro de ella hay un pequeño desayuno que preparé anoche (y del cual estoy orgullosa).
-Katniss....-susurra.
-¿De verdad no te acordabas?-le pregunto.
-Yo...ay...no, me siento la persona más tonta del mundo. Lo cierto es que he estado un poco fuera de la realidad y no tenía ni idea en la fecha que nos encontrábamos.
-Bueno, te informo que hoy es 12 de octubre.
Ríe.
-Gracias, lo tendré en cuenta de ahora en adelante.
Aprieto más mis dedos entorno a los suyos y doy un pequeño brinquito.
-No pensaba dártelo antes de comer....- mi voz ,la cual contengo para que no se desborde de emoción, es melodiosa y dulce- pero, la verdad es que soy muy mala para la paciencia.....así que....espera.
Le suelto y me dirijo a una de las mochilas. Me arrodillo, buscando algo en las bolsas exteriores. Por fin lo encuentro, y lo rodeo con ambas manos, ya que es un regalo muy pequeño.
-Antes que nada, quiero que sepas que desde hace unos cuantos días, este regalo ha estado guardado, esperando a ser abierto. La caja es pequeña, lo sé....pero nada es lo que parece. Y, mas que nada, lo hice porque tú cada día me regalas algo nuevo de lo cual aprender y aferrarme. Simples detalles que serán insignificantes o cotidianos, como un beso, una mirada, una palabra, pero que son lo que llena cada vez más mi vacío corazón. Feliz cumpleaños, Peeta.
Le entrego la diminuta caja. Él la toma y la mira con algo que no llego a identificar....como si la felicidad o la emoción tuviera un límite y ésto sobrepasara ése límite.
-Katniss....yo....gracias, en serio. Lo que dijiste fue....-suspira-, bueno, ya sabes cómo dejar a un hombre sin palabras.....- sonríe.
-He aprendido del mejor- le devuelvo la sonrisa.
-Aunque, tengo que preguntarte....- dice, mirando la pequeña caja- no me digas que ésto es un anillo de compromiso y me estás pidiendo matrimonio.....¿qué no era al revés?
Me río, dándole un codazo.
-Pues ábrelo y descubre qué es....tal vez estés en lo cierto....- sonrío.
Peeta levanta la tapa de la caja y saca un pequeño objeto del color del cabello que lo tenía Finnick: bronce.
-¿Una llave?- me pregunta.
-Sí- contesto.
-Vale, Katniss....quería algo más explícito como respuesta.
Pongo los ojos en blanco. Saco una cadena áurea de mi bolsillo, le quito a Peeta la llave de la mano y paso la cadena por un agujero circular que tiene en el centro. Luego me vuelvo para colocársela en el cuello.
-Sólo quiero que me prometas que siempre la traerás contigo- susurro mientras me pongo detrás suyo, cerrando el seguro de la cadenita.
-Te lo prometo....- musita-. Pero ¿es un colgante?
Me río un poco.
-Ven, vayamos a desayunar- le invito sin contestar a su pregunta.



-Entonces,¿dices que lo hiciste tú sola?- se mofa, mirando al pastelillo que tiene en la mano.
-Sí...bueno, Johanna me ayudó un poco....¡pero sólo un poco!
Ambos reímos.
Estamos sentados sobre el mantel; a nuestro lado hay unos cuantos trastes sucios y en frente, unos vasos de jugo de naranja. Peeta se sorprendió de verdad al ver que yo había preparado todo esto, y no paró de agradecérmelo y decirme que no me hubiera molestarlo en hacerlo. Ahora era el momento en que tomaba el panqué, le ponía una vela, la encendía y se la daba mientras le cantaba una versión desafinada a propósito de "Feliz Cumpleaños a ti". Cuando acabé, él aplaudió, lo que hizo que me empezara a reír.
-Vale, pero apaga la vela ya, o el viento lo hará por ti- le apresuro.
-¿Tengo que pedir un deseo?- sonríe.
-Tú sólo apágala. Si quieres pedirlo ya es decisión tuya.
-Bien- se vuelve hacia el pastelillo. La flama se refleja en sus ojos un momento antes de que, con un soplido, la extinga.
-Y bien, ¿pediste un deseo?- le interrogo.
-No- me contesta-. Ya tengo mucho de lo que quiero para pedir aún más.
Sonríe. Me acerco a él y me recuesto sobre su regazo.
-Katniss- dice unos segundos más tarde-, gracias por todo. Fue algo que no me esperaba.
-No hay de qué- musito con la boca pegada a su playera-. Me encantó ver tu cara de incrédulo- sonreí- Además, ¿para qué estamos sino para hacernos felices los unos a los otros?
-No necesitas nada de ésto sólo para hacerme feliz, contigo a mi lado es suficiente.
Mi sonrisa choca contra sus labios. Le tomo del cuello mientras voy abriendo su boca con la mía y acariciando mis labios con los suyos.
Disfruto del placer de la intimidad y el cariño que aflora en ese beso. Acaricio los rizos rubios de su cabello. Con una inhalación, aspiro su olor, su esencia. Canela y eneldo.
Nos acostamos y sé que no estamos completamente en el mantel porque alcanzo a ver de reojo cómo las hierbas verdes brotan del suelo, algunas con pequeñas flores, otras no.
En algún momento, detrás de Peeta, veo retazos de un cielo azul. El color grisáceo del alba se había quitado por completo hace algunas horas.
Me separo de él un poco y escondo mis cara en la curva de su cuello, acariciándole el pecho.
-Te amo, Peeta. No sé cómo no lo pude haber hecho antes....
-Yo también te amo, Katniss. Y cada día te voy queriendo más y más- suspira-.Se me hace cada vez más imposible el separarme de ti....pero....
-¿Qué?-susurro.
Él suspira de nuevo y coge aire.
-Pero...lo único que quiero en este mundo es estar junto a ti. Como lo estoy ahora, por eso no había necesidad de pedir un deseo al apagar una vela- ríe un poco.
-Descuida, no me iré a ninguna parte- paso mis dedos por su mejilla-. A mí también me gusta estar así pero tenemos que irnos ya.
Me ve a los ojos, un poco perdido en sus pensamientos. Parpadea, lo que significa que vuelve a la realidad, y asiente.
-Bien, marchémonos. 







Caminamos por la Aldea de los Vencedores. A mí se me ha soltado el cabello y ahora ondea al viento como una bandera oscura. Juntos cargamos con las cosas. Le he amarrado a Peeta el mantel al cuello y éste ahora parece una capa detrás suyo.  Comenté una vez que, así, él parecía uno de esos héroes míticos de las eras muy antiguas. Con el cabello rubio bañado con luz de sol; los zafiros que tenía por ojos, la capa bailando por el viento, y su sonrisa mientras caminaba, no podía dejar de mirarlo.
Cuando llegamos a mi casa y dejamos todas las cosas, le pregunté:
-Y, ¿si vamos a ver a Johanna?  Para saber cómo se encuentra.
Johanna Mason se hospedó en la casa de Peeta todos estos días desde que llegó al Distrito 12. Constantemente la íbamos a ver, o viceversa.
-¿Ella sabe lo del cumpleaños? No quiero otra sorpresa más- dijo él.
-Oh, no. Se me olvidó decirle.
-Bien. Entonces vamos.
Salimos juntos de la casa.
Le tomo la mano a Peeta mientras caminamos y lo acerco un poco más a mí.
-¿Por qué, de repente, esas ganas de ir a ver a Johanna?-me pregunta.
-Yo...amm...- vacilo, sin saber qué contestar-....¿Sabes? Me da algo de celos Johanna- digo, cambiado el tema.
-¿Celos?¿Por qué te daría celos?- pregunta él, encontrando mi comentario divertido.
-Una vez me dijo que repetiríamos la escena del elevador y ahí veríamos con quién te quedabas tú.
-¡No exageres! Lo dijo en broma- Peeta rompe a carcajadas.
-Tú no estabas allí ¡No parecía una broma!
-Sabes que sólo tengo ojos para ti, Everdeen- susurra cerca de mi oído.
-Dímelo cuando mi mente olvide la imagen de ti posando la mirada en ella mientras se desnudaba en frente de nosotros.
Cierro los ojos y me vuelvo antes de que sus labios toquen los míos, rechazando el beso.
Llegamos a la entrada de la casa de Peeta. Él toca el timbre, mientras me lanza una mirada furtiva.
-Vamos, es mi cumpleaños....no me puedes desperdiciar un beso- hace un puchero.
-Oh, no, no me pongas esa cara......no caeré.
-¿Sí?
-No, Peeta, para- vuelve hacer su mueca ridícula de ternura- No....¡ash!¡Bueno!- me río y le beso.
-Esa es mi chica en llamas- dice, siguiéndome el beso.
En eso, la puerta se abre, y una conocida voz burlona se hace oír.
-Vaya, vaya, ¿no se cansan de besarse? Digo, ¡se ve que es agotador! Además de empalagoso.
-Johanna- digo a modo de saludo.
-Descerebrada- me contesta pero luego me sonríe-. Han llegado a tiempo, par de descerebrados. Ya empezábamos a preguntarnos si sí iban a llegar....o si iban a hacer su propia fiesta solos....
-¿Qué?¿Quiénes?- Peeta está tan absorto en entender las palabras de Johanna que no se da cuenta del chiste (en lo personal, malo) que acaba ella de hacer.
-Ah, mi querido Peeta, la fiesta a penas empieza.
Le rodea con un brazo su hombro y se vuelven para entrar en la casa.
Johanna Mason me mira para guiñarme un ojo y luego dirigirse a Peeta:
-Por cierto, Feliz Cumpleaños- sonríe.










¡La fiesta a penas empieza! Wii! :D 

Jajaja okay ya.
No se si lo estarán pensando pero.....cuando Johanna dice: "Ya empezábamos a preguntarnos si sí iban a llegar...." es porque, efectivamente, ella no estaba sola esperándolos.....así que, les hago la misma pregunta que dijo Peeta: ¿Quiénes crean que sea? :D
Dato curioso: Este capítulo(en realidad éste y el siguiente) ya lo tenía pensado desde hace algún tiempo....pero la situación era al revés, era el cumple de Katniss y no de Peeta....y en el siguiente capítulo se menciona que(no voy a decir quién)(y sí, ya escribí la mitad) el ser detallista se esperaba más de Peeta que de Katniss....aunque decidí que sería muy tierno demostrar que nuestra chica en llamas puede ser muy cariñosa con las personas que ella ama♥ y que no es sólo Peeta el que es detallista y romántico.
Bueno....en el Capítulo 39 verán todo lo que ella le preparó a él para su cumpleaños....


Ah, tributos....entonces ¿Qué me dicen del capítulo?

¿Les gustó?¿Les enamoró?♥¿Les aburrió?¿Lo odiaron?¿Sí?¿No?
¡Decidme lo que quieras en los comentarios!♥
Contarme qué les pareció, anda, anda...


Espero que el capítulo os haya gustado!♥


Les deseo lo mejor para su día, y el siguiente....y el siguiente....

Mil besos y azucarillos para ustedes, mis lectores!
 Chao



                                            Con Cariño♥

                                                           Vuestra Escritora♥
                                                                              Meena♥